jueves, 31 de agosto de 2017

TIC TAC


Cuadro: Blanche

Avanza la vida. Parece que tenga el tic tac tatuado en mi cerebro, recordándome el paso de cada segundo, impidiéndome el deleite de la pausa, de lo que realmente existe a mi alrededor, atosigado por un pasado no resuelto o quizás la idea equivocada de que el pasado fue mejor o por el sueño de un futuro, no lejano, que cuando llega se disuelve porque ni siquiera dejo que suceda ese momento sublime de logro. No consigo liberarme del tic tac que me recuerda que la vida es finita, que no hay tiempo que perder. Incluso mi respiración se achica acompasada por el tic tac, que no deja de sonar, ocultando el verdadero latido, dentro, que me asegura que todo está bien.

¡Para ese maldito tic tac! Vive la serenidad de la nada del instante. Verás como el mundo se abre en flor de primavera, en gota de rocío suspendida sobre una hoja, que, perezosa, no acaba de caer, agradecida por ese instante de recorrido eterno. Rompe la linea del tic tac un momento y quédate ahí, sintiendo un mundo nuevo donde todo es posible sin preámbulos ni consecuencias, sólo tú y ese instante de creación que te une a la eternidad.

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