domingo, 1 de abril de 2018

SE LO LLEVÓ EL VIENTO


Se lo llevó el viento 
a tiempo de lluvia
torrencial
y sobre un acantilado 
escuchó su eco,
espejo de alma,
que no lograba descifrar.
No conocía 
el camino de vuelta,
raíz de bienestar
ni osaba acariciar
las hojas húmedas
que lo visitaban
al pasar.
El sol lejano 
susurraba
la canción de cuna
olvidada.
Sólo alguna nota
fugaz
lograba liberar
su corazón marchito
que imploraba

volver a cantar.