miércoles, 2 de marzo de 2016

¡SUELTA, MAMÁ!

¡Suelta amarras, mamá!
Deja que navegue 
impulsado por mi viento,
a veces incierto e imperfecto,
pero bello y azaroso.


En el casco llevo impresa 
tu huella,
tierna, fuerte, guerrera.
Combato tormentas, 
surfeo olas gigantescas
arropado por velas
tejidas con amor.
Lleno de pasión mi viaje,
visito tierras foráneas
y acojo en mi cubierta
quién en silencio
despierta mi amanecer
como navío novel.
Sé que sigues ahí, faro lejano,
lobo de mar,
sabia luz, compañera.
Sé que nunca dejarás
que el mar me devore
porque tu presencia,
aún en ausencia,
es eterna.