SE LO LLEVÓ EL VIENTO

Se lo llevó el viento 

a tiempo de lluvia

torrencial

y sobre un acantilado 

escuchó su eco,

espejo de alma,

que no lograba descifrar.

No conocía 

el camino de vuelta,

raíz de bienestar

ni osaba acariciar

las hojas húmedas

que lo visitaban

al pasar.

El sol lejano 

susurraba

la canción de cuna

olvidada.

Sólo alguna nota

fugaz

lograba liberar

su corazón marchito

que imploraba

volver a cantar.

ME GUSTA SER UNA MUJER

Me gusta ser una mujer

que no lucha contra el hombre

para poder ser,

que tiene una mirada de caricia 

hacia la vida

que se divierte, ríe,

y  besa apasionadamente,

que cuida las palabras

y hace el amor 

conscientemente

que sonríe, llora y se enfada 

si hace falta,

que se mira al espejo

y, aún en los días perversos

se dice: ¡Venga, a lo que salga! 

que tiene ojeras y arrugas ya

porque tiene una edad

pero aún guarda la inocencia

de la ilusión 

que está por llegar.

que aprende y entiende

que no hay certezas

más que todo es belleza

que cree en ella

aunque sea a duras penas,

que acepta estar baja

porque la vida a veces 

resquebraja,

que cree en la amistad,

complicidad, sensibilidad

y profesionalidad

que gusta del buen vino

y del plato gourmet

pero a quien le deleita

igual un bocadillo

sentada en un tren,

que cuida, limpia y alimenta

sin dejar de soñar

ni hacer lo que más la llena.

Me gusta ser una mujer.