ONCE DE SEPTIEMBRE 2017
Bandera
agitada
descontenta, disgustada y afligida
por falta de atención
por palabras necias
de cólera y desprecio,
insensatas,
ignorantes,
sedientas de sumisión.
Falta de diálogo,
de permiso a la justicia,
al ajuste de cuentas,
al dar y recibir
que no empobrece,
más llena de valor
a quien lo acepta
por honrado e íntegro.
Niños, adolescentes
adultos y gente mayor
cansados de sólo pandereta
y programas de evasión
salen a la calle
y la llenan de gritos de bandera
clamando paz
contra
prohibiciones de antaño
ancladas a un pasado
troglodita, rancio y apolillado,
que sólo mira a Suiza
para el traslado de lo corrupto
y no alza la vista
a un país que da culto
a la integración de lo diverso
a una cultura
ecuánime donde confluyen
lenguas y economía sin distinción,
ni necesidad
de imposición.
Las calles piden el derecho al voto
sin más agresión
y un silencio conmovedor.
Catalanes, castellanos, gallegos,
andaluces, aragoneses, valencianos,
asturianos, mallorquines, menorquines
extremeños, vascos …
seamos francos
y no de nombre confuso
sino de veras
acabemos con el Lazarillo
y empecemos a ser comprometidos
con todo y todos
sin necesidad
de campañas
de desprestigio,
de palabras burdas
y desatinadas,
de acciones
que claman
guerra y aceptemos
como en Irlanda,
Quebec y Escocia
que decidan las urnas
sin más objeción.